Crónica Transandina. Parte V. La Paz.

La Paz se abre en un agujero, como una muela gigante de los Andes. Nuestra jornada en auto concluye aquí: en la ínclita. Siempre lo digo y con toda honestidad lo repito: es un gusto poder volver a esta ciudad, que deslumbra con su pintoresco paisaje urbano y donde este animal de ciudad ya se siente totalmente a gusto. Ni bien llegué, almorcé y me contacté con los urbandinos. Fue delicioso saber que estaban aún festejando la primavera así que me acoplé sin pensarlo dos veces. Tras pagar mi apuesta con una más de ron, nos dedicamos a la canturriada y a la bebendurria hasta temprano. El cuero ya no daba. Luego, una cena japuka y tertulia con RBK y finalmente una salida oligarca con el Junior & amigos por San Mike. Hoy aprovecho el día para dos cosas: uno) actualizar éste blog y dos) invitarlos oficialmente a todos a la tocata-tertulia titulada: dice que un camba, un colla y un chapaco... que se llevará a cabo en el Etnos Café mañana lunes a partir de las 20 Hrs. El poster está ahicito... al lado de este post. Mañana celebraré a mi pueblo desde los 3600 m.s.n.m. y seré feliz haciéndolo con mis amigos que habitan estas alturas. Seguimos viajando... seguimos compartiendo...

foto: la vista desde mi ventana en un apto en Obrajes