... en los Municipios Escuela

Hace algunos días les hice esta provocación: ¿Qué es un Municipio Escuela? Pues bien, empezamos con la primera parte de esta crónica destacando dos lugares mágicos. Mágicos no necesariamente por su belleza física sino por su belleza espiritual, su convicción y su capacidad de transmitirme(nos) esperanza.

El primero de esos sitios fue La Guardia, una ciudad satélite de Santa Cruz, cuyo reto hoy es generar una dinámica de desarrollo económico, social y humano propio y a la vez aprovechar el mercado de consumo que tiene en Santa Cruz. Ahí confluyeron alcaldes, concejales y técnicos de diferentes departamentos del país para compartir sus experiencias y aprender de éste municipio en el marco del proyecto Aprovechando lo local: Municipios Escuela, llevado adelante por CEPAD.

Después de la visita quedé impactado. Todo lo que leí en el periódico había sido una mera sombra de lo que realmente se da en esta ciudad. Algo verdaderamente extraordinario. Desde sus centros educativos hasta sus emprendimientos productivos, pasando por el hospital, el mercado y las diferentes direcciones de la Alcaldía, La Guardia no dejó de sorprenderme(nos). Los visitantes éramos un poco más de 30 bocas abiertas que dudaban entre la sonrisa de satisfacción y el ¡oh! de asombro. Este lugar no era como nos lo pintaron: era mucho mejor.

Nuestro entusiasmo fue creciendo a medida que nos acercábamos al siguiente municipio en el programa. Nos fuimos hacia la chiquitanía en dirección hacia Brasil y llegamos a San Ignacio de Velasco. Éste fue elegido junto con La Guardia como municipio modelo o Municipio Escuela por su estabilidad política, su transparencia en la gestión pública, su impulso al desarrollo económico local y muchos otros indicadores que lo hacen un ejemplo para el país. Así como en La Guardia, todos los participantes notamos un cambio de actitud en los funcionarios públicos. Existe una especie de consenso y una mística de trabajo que va más allá de la filiación partidaria y de los intereses personales. Esto es real, esto es ganas de estar mejor. Allá vimos iniciativas creativas como los emprendimientos de café orgánico en Minga, el programa de desayuno escolar, el fondo rotativo para el agro y la ganadería, y la presencia del Festival Internacional de Teatro. Las bocas siguieron abiertas por el asombro y las sonrisas de alegría se perpetueron por el resto del viaje.

Quiero destacar que en ningún momento se preguntó el partido ni la filiación de los participantes. Ni siquiera su ideología o su tendencia. Todos, a pesar de las diferencias políticas, culturales y sociales, perseguimos el mismo objetivo: darle mejor vida a nuestra gente. El reto ahora es llevar ese entusiasmo y sobre todo ese cambio de actitud a más municipios y, guiados por lo que vimos en La Guardia y San Ignacio de Velasco, convertirlos también en municipios modelo. Este encuentro fue una prueba clara de que podemos convivir, conversar y entendernos en pos de objetivos claros... todo empieza por una cuestión de actitud.

foto: 1) trabajo en La Guardia, 2) desayuno escolar en San Ignacio, 3) reunión de evaluación en la comunidad de San Juancito (Minga)... todas tomadas por su servidor